jueves, 17 de marzo de 2011

El seminario, corazón de la Diócesis.

Estamos próximos a la fiesta de San José, se celebra el día del seminario, para que los cristianos reflexionemos, y tomemos conciencia de la importancia y la necesidad del sacerdote en nuestra vida.

   Hoy son muchos jóvenes los que responden a la llamada, pero aún hoy, sigue siendo apremiante la necesidad de vocaciones sacerdotales.

   En muchas ocasiones, nos puede parecer que el sacerdote es aquel que sólo nos administra los sacramentos, pero la realidad del sacerdote va más allá. a veces,  cuando rezo en la madrugada, siento cómo no estoy sólo, siento como la Iglesia está rezando conmigo, y también siento la cercanía de los sacerdotes, y elevo mi oración hacia ellos, pues ellos lo hacen también por mi.

   Ellos, elevan a Dios la plegaria por todos los hombres y mujeres, por los que sufren, por los que están enfermos, por los que sienten la soledad, por los que...;nos animan constantemente a seguir fieles a la vocación para la que Dios nos ha llamado, LA SANTIDAD.

   1.- Realizan el "maravilloso intercambio", de hablar a Dios de los hombres, y de hablar a los hombres de Dios.
   2.- Responden con generosidad a la llamada recibida, dejando padre, madre y familia, por anunciar el Reino de Dios.
   3.- Atienden sin descanso y con gozo a las comunidades que tienen encomendada, catecumenado de adultos, grupos de niños, de liturgia, de adoración, y un largo etcétera.
   4.- En el silencio de la noche, meditan la Palabra de Dios, orando con ella, empapándose de ella.
   5.- Emprenden tareas pastorales, en numerosas ocasiones, sin ser entendidos, pero que con el tiempo dan el fruto del ciento por uno.
   6.-Acogen con misericordia a todos, administrando el sacramento de la Reconciliación, ellos acogen nuestra debilidad, y nos dan la fuerza de Dios.
   7.- Están en continua formación, para darnos lo mejor a quienes los escuchas.
   8.- A veces recogen de nosotros, insultos y sinsabores.

   Por tanto nosotros, debemos de estar agradecidos y por ellos podemos:

   1.- Rezar en nuestra oración diaria por todos los sacerdotes, por los que se preparan al ministerio sacerdotal, es muy útil ponerle nombre y apellidos en nuestras oraciones.
   2.- Si no conoces ningún sacerdote, acércate a tu parroquia, no tengas reparo si llevas mucho tiempo sin pasar por allí, pregunta por tu sacerdote, pídele su nombre, y dile que vas a rezar por él.
   3.-Cuando veas un sacerdote un poco triste, pregúntale que le pasa, pues él también, como tu y como yo, tiene días malos, o preocupaciones que  le atarean.
   4.-Ayuda al seminario, con tus oraciones y con tu ayuda material y económica,  pues de una buena formación, saldrán santos y buenos sacerdotes.
   5.- Sabes, que a algunos sacerdotes los insultan por la calle, cuando tu veas a uno, salúdalo, que sientan que forman parte de nuestra vida. Ellos también necesitan amigos con quienes compartir su alegría y su vida.
   6.- Si rezas la Liturgia de las Horas habitualmente, y conoces la hora en la que el sacerdote de tu parroquia las reza, presentate con tu breviario  y rézala con él ante el sagrario.
   7.- Si tienes un hijo que siente inquietud vocacional, acompáñalo y ponlo en buenas manos, pues Dios se ha fijado en él, y si Dios comienza esta obra buena, El la llevará a  buen término.

   Por último tengo que agradecer todo lo que los sacerdotes han hecho en mi vida, con nombres y apellidos, desde el que me bautizó, y me hizo heredero de la Gracia de Dios, a todos aquellos que me han acompañado y enseñado el camino de la fe, y me seguiré encontrando; Felipe, Alfredo, Salvador, Santiago, Bartolomé, Gaspar, Juan, Manuel,Francisco de Borja, Jose Juan, Francisco Jesús, Mario y un largo etcetera que  harían la lista innumerable, pero que estais ahí haciendo el bien por todos. GRACIAS.

MIguel Angel de la Torre

2 comentarios:

  1. que a cachete ahora si encontre alguien al chile, felicidades un saludo desde Costa Rica un hombre apsionado por hacer la voluntad de DIOS.
    Dorian

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  2. Muchisimas gracias por su comentario, nos ayuda a continuar con esta tarea de Evangelización.
    Miguel Angel de la Torre
    administrador

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