lunes, 28 de marzo de 2011

Asaltos a Iglesias, ¿actos premeditados o casuales?


Capilla del Adoremus en Córdoba

Últimamente estamos asistiendo a diversos episodios, de asalto a capillas e iglesias, Madrid, Barcelona, Sevilla y Córdoba, entre otras ciudades. Nos podríamos interrogar ¿porqué ocurren estos hechos?




   Hay dos tipos de asaltos, uno, que se produce por causa de la situación de crisis o de inseguridad, y que lleva a algunos a irrumpir en los templos, a la búsqueda de material que pueda ser susceptible de ser revendido, o en algunos casos pensando que alguna pieza dorada, pudiera contener oro. Sagrarios, imágenes sagradas, y otros enseres han sido ultrajados en estos días, pero que se pueden evitar vigilando más los templos, y poniendo elementos de seguridad en las iglesias, o alguna iniciativa feliz que va surgiendo en nuestra geografía; comentaban en fechas pasadas en un programa de radio, que una parroquia de Madrid, solicitaba fieles que quisieran estar acompañando a Jesucristo Sacramentado mientras el templo estaba abierto, y así preservar la seguridad del templo. Cada uno/a podemos poner nuestro gano de arena en este terreno, ofreciéndonos al párroco, para rezar mientras el templo está abierto.




   Otro tipo de asaltos, es el que se está produciendo en capillas de universidades. Llama la atención, porque desde la creación de las universidades, estás se comprendían, como punto de encuentro de los diversos saberes, con cabida para la libertad de cátedra, y la convivencia de sus miembros. ¿Entonces?, que lleva a los jóvenes a comportarse de esta manera, abanderando una lucha por la desaparición de las capillas en los espacios públicos de las universidades.




   ¿Tienen posibilidad de estar en la universidad todas las formas de pensamiento?, o por el contrario ¿debiera de existir un reduccionismo de ideas?, ¿quién alienta esta forma de pensar?, ¿es la mayoría quien piensa así?, ¿es una minoría quien impone sus criterios al resto? Muchas cuestiones se plantean, pero en la actualidad, están haciéndonos tener la sensación, que los católicos, debemos acallar nuestras ideas, y dejarlas para el espacio privado y para la conciencia.




   Profesores universitarios, que desde el estrado airean sus sentimientos laicistas a un alumnado que recibe como esponjas estos mensajes, esto a mi modo de pensar se podría considerar como un adoctrinamiento, pues después de haber escuchado estas "arengas" en clase, cualquiera se atreve a llevar la contraria al profesor o profesora de turno, ya que automáticamente este, sentirá en su expediente académico el descenso de nota, al no estar en sintonía con las ideas del profesor. Llama la atención, como estos profesores se presentan como garantes de la libertad, y de las minorías, pero no tienen ni un ápice de escrúpulo al acusar a los católicos y hacerlos responsables de todos los males de este mundo.




   Tendríamos que hacer notar, como todas estas personas, lo que buscan es que sus ideas sobresalgan de las del resto, para así abanderar cruzadas ideológicas, sin atender a diálogo ni razones, y sembrando entre los universitarios que son una mayoría los que así piensan, y casi sin notarlo, los jóvenes van siendo adoctrinados por las corrientes laicistas. Se confunden términos deliberadamente, entre Estado aconfesional y Estado Laico, dando a entender que son la misma realidad, cuando no es así, siendo estos términos diferentes entre sí, pero aprovechan el desconocimiento para influir en el libre  pensamiento de cada uno.

   No es fácil el camino que tenemos que recorrer los católicos en estos días, pero sí apasionante, y además si nos preocupamos en formarnos, podremos dar respuesta y razones de nuestra fe al mundo.

Miguel Angel de la Torre

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