martes, 2 de noviembre de 2010

Visita del Papa Benedicto XVI a España

Esta semana, contaremos con la presencia en nuestro país de su Santidad Benedicto XVI, que como peregrino abrazará al Apóstol Santiago y consagrará la catedral de Barcelona. Es de destacar el revuelo mediatico que esta vista está generando, tanto afines como detractores, que en democracia expresan sus puntos de vista todos respetables, pero hemos de decir que algunas informaciones y cartas al directo que se muestran en algunos periódicos no obedecen a la realidad.

   Se intenta hablar del "gasto" que supone la visita, tanto en seguridad como en elementos de montaje de los actos que se van a celebrar,  pero no se expresa la alegría de los comerciantes y hoteleros con la elección del Papa a visitar sus ciudades.

   Se habla que los coches con cristales blindados que utiliza en los desplazamientos, que casi se llega a decir que el Santo Padre debería estar avergonzado por la utilización de los mismos.

   Este verano, visitaba la costa andaluza la esposa del presidente americano, y todo eran bondades por esta visita, "que si se iban a conocer lugares de andalucía", "que si los hoteleros estaban planeando la ruta obama" etc, parece que todos estaban contentos con esta visita, e incluso cerraron una playa para que esta mujer y su hija se dieran un baño privado, pero nadie se atrevió a replicar. Alguien se quejó del gasto en policías y de seguridad, nadie....

   Y de los vehículos de los políticos también blindados, desde mi alcalde al presidente del Gobierno, pasando por el Jefe del Estado, todos lo utilizan y nadie protesta que los tengan, porque en los vehículos papales si tiene la gente tantos reparos en su utilización.

   Y de la seguridad que nos cuesta a todos los contribuyentes la escolta y vigilancia de los equipos de fútbol de nuestro país, y de los estadios de fútbol, cuando se trata de una actividad privada, pero sabéis mis queridos seguidores porque esto no levanta los ríos de tinta, que levanta la visita papal, pues porque nadie conoce su coste, y eso lo estamos pagando tu y yo con nuestros impuestos, pero es más fácil y rentable políticamente que se sepa lo que cuesta la visita del papa, que lo que cuesta al erario publico una cena de ministros en el caballo rojo de Córdoba con tablao flamenco después.

   Santo Padre yo te espero.

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