El viernes quedé horrorizado, a donde vamos a llegar, que es lo que nos ocurre al hombre, que hace posible que alguien pueda sesgar la vida de mujeres y niños , fruto de sus entrañas.
Nos hemos educado en una sociedad que no importa mucho quien eres, sino lo que eres, lo que vales y lo que tienes. Hemos aprendido a decir esto es mio "mi coche", "mi casa", Mi mujer", "Mis Hijos", "mi .....", todo es mio, pero si alguien intenta arrebatarmelo lucho con armas y dientes para defenderlo.
De quien es lo que tengo, es quien le da dignidad, " me ha prestado unos zapatos la princesa XXXX", decimos en una reunión de amigas, y nos enorgullecemos de ello.
Traslada este pensamiento a todos los aspectos de tu vida y verás la dignidad que alcanza todo; el cuerpo, la sexualidad, el trabajo, el dinero, la tierra, los demás que viven a mi lado, la vida. Si Dios es el dueño todo es de Dios y para Dios.
Por tanto, no puedo matar a la mujer con la que vivo porque su vida no me pertecene es de Dios.
no puedo asesinar a mis hijos porque estan llamados a la vida por Dios mismo. Tengo que compartir mis riquezas materiales, porque los bienes que hay en la tierra no me pertenecen y son de Dios.
No puedo humillar ni protituir mi cuerpo, porque le pertenece a Dios y esta llamado a la santidad. Ni por supuesto el cuerpo de los demás, incluso a los más pequeños e indefensos. No puedo mirar con desprecio al que está parado, al que me vende en los semaforos, al necesitado, al discapacitado, al bebe no nacido, porque han sido creados por Dios y tienen dignidad suprema.
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