Tal vez, pueda resultar chocante este titulo, pero he de confesar que cada día que pasa amo mas a la Iglesia de la que soy hijo, me dio el don inmerecido del bautismo, y me regala todas las gracias y todos los dones que posee.
Hoy el Evangelio de este domingo, nos va a presentar la sal y la luz como seguimiento a Cristo, el cristiano en el mundo debe de ser la sal y la luz que fermenta el mundo, y que alumbra en la noche a quienes sin rumbo vagan sin saber donde ir. Pero no somos los cristianos "franco tiradores" que hacemos la guerra por nuestra cuenta, sino que formamos parte de este gran cuerpo que es la Iglesia. Si la luz que trasmito a los demás está desenfocada, la imagen de la Iglesia que doy esta igualmente desenfocada, y sin querer, puedo confundir a mis hermanos en la fe, o a quienes sin fe, observan los movimientos de los cristianos que tienen al lado.
Los pastores que tenemos en la Iglesia, nos ayudan y alientan a mostrarnos a Dios, para que desde el mundo , llevemos a Dios hasta los lugares más insospechados.
No me elegisteis vosotros, fui yo quien os elegí, nos dice el Evangelio, por eso todo es obra de Dios , y Dios que comenzó esta obra buena en nosotros, el mismo la lleve a fin.
Felicidades D. Santiago , por su trabajo, su sencillez, y su amistad.
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