Hoy es un día grande en la Iglesia, es el domingo II de Pascua y domingo de la Divina Misericordia, pero también hoy ha sido el día grande en el que la Iglesia ha proclamado beato a Juan Pablo II Papa.
Cuando aquel sábado 2 de abril de 2005, a las 21:37 horas se apagaba la vida terrena del hoy beato, los fieles congregados en la plaza de San Pedro y los de miles de rincones del mundo, reconocíamos que estábamos ante un santo que acababa de fallecer. En el largo pontificado del Papa, desde el 1978 hasta 2005, no paró de anunciar "no tengáis miedo abrid las puertas a Cristo", "Sed Santos". En estos últimos días, hemos podido contemplar en distintas cadenas de televisión, imágenes y sonidos de su pontificado, curiosamente de plena actualidad a pesar de los años transcurridos, y que una vez más demuestran que la Iglesia camina con paso lento pero firme.
Pero lo que nos debe de hacer reflexionar, es que casi todos los que vivimos actualmente, hemos conocido a Juan Pablo II, lo hemos visto en alguna ocasión , o en varias, y hemos estado junto a un santo. Hay sacerdotes que fueron ordenados en Valencia en el 1982 y en Sevilla en 1993, han recibido el sacramento del orden de manos de un Beato, de quien está junto a Dios gozando ya de la Pascua eterna, seguro que esta gracia de Dios también es derramada en nuestras comunidades parroquiales, en la persona de estos ordenandos. Hay jóvenes que asistieron a las Jornadas mundiales de la Juventud, Santiago, Roma, Chestokowa (Polonia), Denver, etc, y allí rezarón y celebraron la Eucaristía, pero recibieron el mensaje de Dios en labios del sucesor de Pedro, un mensaje que en la mayoría de las ocasiones, llevó a una conversión de vida , y a un encuentro personal con Cristo.
Un cambio en el corazón, un cambio buscando la santidad, en lo que hacemos, en el trabajo diario, en el colegio, en la empresa, en la familia, en la comunidad religiosa, en las pequeñas cosas de cada día, es posible la santidad, así nos ha mostrado el nuevo beato, hasta en el sufrimiento y en el dolor corporal, sólo debemos estar vueltos a Dios, mostrando a Dios en nuestra vida, así podemos mostrar el verdadero rostro de Cristo al mundo, que tanto lo busca y lo necesita, así daremos gloria y alabanza a Dios, con nuestra vida santa.
No tengamos miedo, también nosotros estamos llamados a ser santos.
Y hoy, una oración para la Archidiócesis de Valencia por el fallecimiento de D Agustín García-Gasco, que se encontraba en Roma para la Beatificación de Juan Pablo II, y allí ha sido llamado a la casa del Padre.
Feliz domingo de la Divina Misericordia.
Miguel Ángel de la Torre Vallejo
Pero lo que nos debe de hacer reflexionar, es que casi todos los que vivimos actualmente, hemos conocido a Juan Pablo II, lo hemos visto en alguna ocasión , o en varias, y hemos estado junto a un santo. Hay sacerdotes que fueron ordenados en Valencia en el 1982 y en Sevilla en 1993, han recibido el sacramento del orden de manos de un Beato, de quien está junto a Dios gozando ya de la Pascua eterna, seguro que esta gracia de Dios también es derramada en nuestras comunidades parroquiales, en la persona de estos ordenandos. Hay jóvenes que asistieron a las Jornadas mundiales de la Juventud, Santiago, Roma, Chestokowa (Polonia), Denver, etc, y allí rezarón y celebraron la Eucaristía, pero recibieron el mensaje de Dios en labios del sucesor de Pedro, un mensaje que en la mayoría de las ocasiones, llevó a una conversión de vida , y a un encuentro personal con Cristo.
Un cambio en el corazón, un cambio buscando la santidad, en lo que hacemos, en el trabajo diario, en el colegio, en la empresa, en la familia, en la comunidad religiosa, en las pequeñas cosas de cada día, es posible la santidad, así nos ha mostrado el nuevo beato, hasta en el sufrimiento y en el dolor corporal, sólo debemos estar vueltos a Dios, mostrando a Dios en nuestra vida, así podemos mostrar el verdadero rostro de Cristo al mundo, que tanto lo busca y lo necesita, así daremos gloria y alabanza a Dios, con nuestra vida santa.
No tengamos miedo, también nosotros estamos llamados a ser santos.
Y hoy, una oración para la Archidiócesis de Valencia por el fallecimiento de D Agustín García-Gasco, que se encontraba en Roma para la Beatificación de Juan Pablo II, y allí ha sido llamado a la casa del Padre.
Feliz domingo de la Divina Misericordia.
Miguel Ángel de la Torre Vallejo
Jornada mundial Chestokowa (Polonia) 1991 |
Jornada mundial Chestokowa (Polonia) 1991 |
Jornada mundial Chestokowa (Polonia) 1991 |
Jornada mundial Chestokowa (Polonia) 1991 |
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